martes, 21 de febrero de 2012

Los problemas de los sistemas de alertas anteriores

En general llamamos "sistema de alertas" a un conjunto de dispositivos (sensores, indicadores,...) que están intercomunicados y de elementos lógicos (programas, configuraciones,...) que establecen su funcionamiento. El objetivo de un sistema de alertas es detectar situaciones que requieren de asistencia y comunicar esto a las personas que deben dar esa asistencia. La versión más sencilla de un sistema de alertas puede ser una alarma inalámbrica adaptada, y también son sistemas de alerta los sistemas de llamada a enfermera que suelen encontrarse en hospitales y residencias.

Estos sistemas de llamada convencionales solo cubren las necesidades de aquellas personas que en primer lugar tienen la capacidad cognitiva suficiente para saber que necesitan asistencia y en segundo lugar tienen la capacidad física y sensorial suficiente para gestionar una llamada (llamada volitiva). ¿Qué ocurre con las personas que no pueden pulsar el botón de llamada?, ¿y con las que nunca pedirían ayuda pero la necesitan?

Estos sistemas convencionales están normalmente basados en una comunicación oral entre la persona que llama y la que asiste, pero no todo el mundo puede hablar o escuchar. Comunicarse oralmente es un proceso distinto que alertar para obtener asistencia y no debería confundirse.
Si nos ponemos ahora en el lado del asistente (nos gusta más esta palabra que "cuidador") ya sea profesional o no, el sistema debe lograr que las alertas, ya sean llamadas volitivas o procedentes de sensores de diverso tipo, le lleguen allí donde esté. No se debe permitir que se pierdan alertas por no estar mirando la pantalla de un ordenador o al lado de un teléfono. Esta información, que puede afectar a la seguridad de las personas, debe hacerse llegar con rapidez a los responsables. Además si hay más de un asistente y el primero en recibir la alerta no puede asistir, el sistema debería redirigir la alerta a los demás hasta que alguien acuda a asistir. Garantizar la asistencia es muy importante.


En algunos centros optan por el uso de cámaras para detectar situaciones que demanden intervención, pero un asistente tendría que estar mirando una pantalla constantemente y existe el problema de la intimidad de las personas. No nos parece una opción acertada.


Integración Digital ingeniería, con quien tenemos una estrecha relación profesional además de ser nuestra delegación Adom en la comunidad Valenciana, ha desarrollado un sistema de alertas que busca la mejora en todo el proceso de atención a personas con necesidades especiales. Proyecto a proyecto se añaden nuevas mejoras que cubren desde más tipos de alertas a más métodos de envío de mensajes, nuevos sensores, nuevas funciones (a nivel domótico y de control de entorno), interfaces... Nuestro sistema está abierto a incorporar todos los dispositivos que aporten funcionalidad. Esta es una visión opuesta a la que suele imperar en el mercado, que son sistemas cerrados con sensores que solo se comunican con las unidades centrales del mismo fabricante, pero creemos que es un error y que la mejor opción es cooperar tecnológicamente para poder mejorar.

Nuestra especialización en tecnología para personas con diversidad funcional y
nuestra filosofía de conocer de primera mano sus necesidades, nos permiten día a día seguir mejorando nuestro Sistema de Alertas, muchas veces gracias a las sugerencias o solicitudes específicas de algunos de nuestros usuarios.

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