lunes, 4 de junio de 2012

Requisitos previos de una adaptación para la autonomía (I)

Como punto de partida advertiría al lector que este artículo va dirigido tanto a la persona afectada como a su familia y seres queridos.

Es indiscutible la voluntad de la persona que padece alguna discapacidad por aumentar su autonomía y mejorar su calidad de vida.
 
Desde BJ-ADOM hemos querido salvaguardar este bien tan preciado y por este motivo hemos resaltado dos aspectos básicos para conseguir este objetivo:
  • La voluntad de aceptar la enfermedad y compensar las limitaciones que esto provoca.
  • La predisposición de la persona afectada y su entorno por hacer frente a esta situación, tanto cultural como económicamente.
Recuerdo hace 10 años, cuando tuve que adaptar mí casa con mi hermano Borja, que hubo un conflicto familiar.

Por una parte estaban los que apoyaban mi inquietud de adelantarme a la evolución de mi enfermedad, sabiendo que los médicos no me podían curar y por la otra los que preferían esperar hasta el límite.

Entiendo que en ambos casos querían lo mejor para mí, pero tuve que tomar la decisión de enfrentarme a la evidencia de que la esclerosis seguía avanzando.
 
El argumento lo tenía claro: quería evitar a toda costa que pudiera lesionarme y lo que podría ser peor, evitar que otros lo hicieran por intentar ayudarme.
 
Con Borja comenté que el peor momento para acometer esto, sería cuando tuviera un agravamiento y que por lo tanto no debía esperar.
 
Fue en este momento cuando nació uno de los aspectos característicos de BJ-ADOM: la proactividad. Esta palabra que podría parecer tan extraña en este contexto, no es más que el hecho de ser máquina y no vagón, es decir, darse cuenta que una buena manera de sobrellevar una enfermedad, es adelantarse a la misma, por  ejemplo  con ayuda de la tecnología, como hacemos en BJ-ADOM.
 
Con los trabajos necesarios para la autonomía, en ocasiones, el propio afectado, o las personas de su entorno, se escudan en el coste económico de las mismas y no permiten que la persona con alguna limitación mejore su calidad de vida.
 
Cuando hablo del aspecto cultural me refiero a la importancia que tiene darse cuenta que en muchas ocasiones la discapacidad no se trata de una carrera de velocidad, sino más bien de una maratón; por lo tanto hay que estar bien preparados.
 
Por este motivo se deberá tener en cuenta 4 factores importantes que paso a detallar:
 
1. El coste asistencial siempre es incomparablemente superior al coste de las ayudas para la autonomía.

  • Este aspecto se acentúa en el caso de enfermedades incurables, como la que yo tengo.
  • Ahora soy totalmente dependiente para comer, dormir y asearme, y ya no soy capaz de valerme por mí mismo.
  • Me quedo muy tranquilo al comprobar que fui capaz de prolongar mi autonomía durante 8 años, sin necesidad de un cuidador, y que ahora son ellos quienes utilizan las ayudas para la autonomía, lo que revierte en beneficio de los dos.
2. Un gasto en una ayuda para la autonomía, como podría ser una grúa de techo, siempre revierte en beneficio de la persona con discapacidad y su familia; por lo tanto se trata más bien de una inversión que evitará lesiones por sobreesfuerzo y mayor comodidad para el afectado.
 
3. Por otra parte se ha de tener muy en cuenta el desgaste psicológico de la persona afectada y de su familia. Las obras para la autonomía disminuyen de forma significativa esta carga.
 
4. Finalmente añadiría que hay que poner en la balanza, siendo muy realistas, todo lo que he mencionado.
 
En muchas ocasiones los requisitos previos para acometer una adaptación para la autonomía, se superan con espíritu de lucha, desde luego y el hecho de saber que la persona afectada y su familia cuenta con un equipo como el de BJ-ADOM, que le acompañará en todo su recorrido.


Joaquín Romero 

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